Os quiero enseñar, lo bonito que ha quedado mi camino de mesa con esta decoración de calabazas.
Cada calabaza tiene su propia historia...
La más pequeña y amarilla me la regalo mi amiga Sonia. La idea era que cuando se secara aprovechar las semillas y replantarlas. Pero parece que le ha gustado el sitio y ahí está como una rosa.
La calabaza del fondo, tendría que haberse convertido en una rica, rica crema de calabaza, pero claro, con lo bonita que es, quien la cuartea...
El resto de las calabazas son de cerámica, eso sí, de preciosa cerámica.
Que colores más bonitos con esta luz.
Espero que os guste
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